Un mundo fragmentado

 

La fragmentación de los ecosistemas tiene diversos efectos negativos sobre la vida silvestre. Sin embargo, apenas se han dado los primeros pasos para determinar la magnitud del problema. En 2000 se publicó la primera evaluación mundial, para la cual se dividió la superficie de bosques y selvas en cuadros de 9x9 km. Cada cuadro se clasificó según la fragmentación de su vegetación remanente en seis categorías:

1. Bosque interno: superficies forestales que cubren totalmente el cuadro.
2. Bordes: la superficie forestal forma uno o pocos bloques bien concentrados, generalmente bordes de bosques mayores.
3. Bosque perforado: la masa forestal es continua con algunos claros abiertos en su interior.
4. Bosque disgregado: superficies con bosque disperso en dos o más lotes.
5. Transición: situación intermedia entre las tres categorías previas.
6. Indeterminado: situación intermedia entre las condiciones de borde y perforado.

De acuerdo con este esquema, sólo la categoría bosque interno no sufre fragmentación ni efectos de borde. Sólo una tercera parte de los bosques y selvas en el mundo cae en esta categoría. África y Oceanía son los continentes donde la vegetación está más fragmentada (Figura a).

En Norteamérica, donde se encuentra México, la fragmentación global es menor. Sin embargo, los bosques boreales aportan un porcentaje importante de las masas ininterrumpidas de árboles en la región. Seleccionando sólo los tipos de vegetación que se distribuyen en México, se encuentra que están fragmentados en un 67% (Figura b).

Los datos para los bosques abarcan partes importantes de Estados Unidos y Canadá, mientras que las selvas abarcan partes importantes de Centroamérica, por lo que los datos pueden estar sesgados. Los autores del trabajo no reportan para países individuales.


Fuente:

Ritters, K., J. Wickham, R. O’Neill, B. Jones y E. Simth. Global scale patterns of forest fragmentation. Conservation Biology 4(2):3-13. 2000.