La cifra oficial sobre la superficie de suelos degradados en el país
asciende a cerca de 125 460 475 hectáreas, lo que equivale
aproximadamente al 64% del territorio nacional. Tal cifra está
basada en un estudio realizado en 1999 por la entonces Semarnap. Para
llevarlo a cabo, por medio de imágenes de satélite se
dividió el territorio nacional en unidades aparentemente homogéneas.
Cada unidad se visitó y se evaluaron el tipo y la intensidad
de la degradación del suelo y se estimó visualmente
el porcentaje de la unidad en condiciones de degradación. Posteriormente,
las superficies de todas las unidades que mostraron degradación
se sumaron para obtener el total arriba mencionado.
Dicho método proporciona una estimación de la degradación
del suelo tomando en cuenta que los procesos de deterioro afectan
a las superficies aledañas. Cuando se observa un terreno con
cárcavas de erosión, es muy probable que las porciones
de suelo que se encuentran entre las cárcavas también
muestren cierto grado de deterioro. Por ello se considera que toda
la unidad geográfica está dentro del área de
influencia de la degradación, por lo que la superficie total
de la unidad se toma en cuenta para la suma nacional. Sin embargo,
especialmente cuando se trata de unidades grandes, es difícil
considerar que un proceso degradativo en un punto específico
de la unidad afecte a toda la zona. Una alternativa para evitar la
inclusión de las porciones intactas de suelo en los cálculos,
es considerar sólo la superficie afectada por la degradación,
sin considerar su área de influencia. Con base en la superficie
total de la unidad geográfica y la estimación de campo
del porcentaje de superficie degradada, se puede obtener una aproximación
de la superficie directamente afectada en cada unidad. De esta manera,
los suelos degradados en el país ascienden a 30 523 330 hectáreas,
es decir, cerca del 15% de la superficie nacional.
En el compendio estadístico anexo se encuentran cuadros que
emplean ambos métodos, los cuales están referidos como
“área de influencia” cuando se emplea la superficie
total de las unidades geográficas (total nacional: 64%) o como
“superficie afectada”, en el caso de usarse exclusivamente
las porciones con claros signos de deterioro (total nacional: 15%).
Es importante notar la diferencia para interpretar correctamente los
resultados.