El 20% de las zonas susceptibles
a la desertificación ya han sido degradadas,
lo que equivale aproximadamente a la superficie de China.
Alrededor del 70% de las tierras de cultivo en zonas
secas se ha desertificado, dejando sin alimentación
a millones de personas. Anualmente, 12 millones de hectáreas
de campos agrícolas se pierden, en las cuales
se podrían producir unos 20 millones de toneladas
de grano. Las hambrunas recurrentes en África
son resultado de la degradación de los suelos
agrícolas y de los periodos de sequía.
Se estima que al menos unas 500 000 personas se han
convertido en refugiados ecológicos y unos mil
millones más están amenazadas en mayor
o menor grado por la desertificación.
En el mundo, 1 035 millones de hectáreas sufren
de la desertificación provocada por el hombre.
De éstas, las dos terceras partes se encuentran
en África y Asia. Aunque las estimaciones para
los países americanos son considerablemente menores,
la diferencia se encuentra en que las zonas áridas
no son tan extensas en el nuevo mundo. De acuerdo con
la CCD, cuando se evalúa el deterioro en forma
proporcional a la extensión de las zonas susceptibles,
las zonas desertificadas en todos los continentes ocupan
entre el 71 y 75% de las zonas secas.
Las causas más importantes de desertificación
son la erosión hídrica (45% de los casos)
y la eólica (42%). La primera se presenta en
las zonas semiáridas y subhúmedas secas,
mientras que la segunda es característica de
las regiones áridas. La erosión química,
predominantemente por salinización, es responsable
de otro 10%. |