Asentamientos Humanos en el Suelo de Conservación

Introducción

Suelo de Conservación

Desde cualquier punto de vista que se pueda abordar, el Distrito Federal es una de las entidades más complejas de México, y aún del mundo. Aún cuando es la entidad más pequeña del país, en su territorio que solamente ocupa aproximadamente 150 mil hectáreas se encuentra una de las mayores concentraciones del planeta con una gran actividad económica, política y cultural.

Los diversos problemas que aquejan a la gran ciudad tienen diversos orígenes, los cuales han captado la atención de numerosos especialistas que los han descrito y analizado con el fin de proponer las mejores soluciones posibles para una población en expansión, demandante de servicios y espacios cada vez más reducidos del Distrito Federal y la Zona Metropolitana. En esta sección se describirá en forma general el crecimiento de los asentamientos humanos y su expansión hacia la zona denominada Suelo de Conservación con el fin de describir su influencia sobre los recursos naturales y las medidas que el Gobierno del Distrito Federal se encuentra instrumentando en corresponsabilidad con la población para ordenar y controlar este fenómeno.

Históricamente, el crecimiento de la población en el D.F. se debió a la centralización del desarrollo económico y político, teniendo el mayor índice durante el período comprendido entre los años cincuenta y setenta de este siglo. En esas fechas, el crecimiento de los asentamientos humanos se triplicó (de 29 mil a 69 mil ha) y expulsó a una buena parte de la población hacia el Estado de México: al norte, la ciudad creció hacia Tlalnepantla y Ecatepec; por el noroeste hacia Naucalpan y Chimalhuacán, y por el este hacia Nezahualcóyotl. En relación con el territorio de D.F., la ciudad creció al sur por las delegaciones Tlalpan, Xochimilco y La Magdalena Contreras.

A partir de estas fechas, se empiezan a manifestar cambios en el uso del suelo, siendo favorecidos el habitacional, comercial y de servicios. En los años setenta, el crecimiento fue cada vez más desordenado y sin control, ocasionando el fraccionamiento de áreas importantes desde el punto de vista ambiental.

Este crecimiento urbano se desarrolló en forma radial, a expensas del territorio dedicado a actividades rurales, localizado al sur del área urbana, en las Delegaciones Alvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta e Iztapalapa. Actualmente, el área rural se circunscribe al denominado Suelo de Conservación, donde han proliferado asentamientos humanos pequeños, que en promedio no rebasan las 50 viviendas, sin servicios públicos, o bien, con tomas clandestinas. Según información de la Comisión de Recursos Naturales, existen actualmente en esta zona 626 asentamientos humanos, de los cuales 174 han sido regularizados a través de un Programa de Desarrollo Urbano denominado ZEDEC (Zona Especial de Desarrollo Controlado) o Programa Parcial y 36 poblados rurales.

Crecimiento desordenado en el Suelo de Conservación

 

Planeación Urbana y Línea Limítrofe entre el Area Urbana y el Area de Conservación Ecológica

La planeación del desarrollo urbano en la Ciudad de México, a través de instrumentos de regulación al uso del suelo, dio inició en 1982 con la elaboración del primer Programa de Desarrollo Urbano del Distrito Federal PDU, en el cual se pretendía dirigir el crecimiento al interior del área urbana y condicionar usos compatibles con la conservación y el mejoramiento ecológico de la zona en un área denominada de amortiguamiento, localizada en el límite perimetral sur del área urbana.

Posteriormente, el Plan de Desarrollo Urbano de 1987, definió la reserva territorial dentro de los límites del área urbana, señalando un área baldía utilizable de 7,981 ha, de las cuales 906 se incorporarían en 1988 a proyectos de vivienda, y el resto a largo plazo. Asimismo, a través de una declaratoria se definió una línea virtual del crecimiento urbano, la cual se denominó Línea Limítrofe entre el Area Urbana y el Area de Conservación Ecológica. A partir de esta fecha se comienzan a gestar los primeros esfuerzos relacionados con la importancia ambiental del territorio sur del Distrito Federal para su población.

A su vez, el Programa de Desarrollo Urbano, versión 1997 vigente, mantiene la delimitación del crecimiento urbano a través de la línea de referencia, cambiando su denominación por la de Suelo de Conservación. En esta área existen características físicas y biológicas que hacen posible la existencia de un gran número de especies de flora y fauna que proporciona bienes y servicios ambientales a la población del Distrito Federal a través del papel multifuncional de los recursos naturales que albergan. Asimismo, hacen posible el desarrollo de actividades productivas para elevar el nivel de calidad de vida de la población rural. Además de reconocer esta área de gran valor, el PDU de 1987 reguló el crecimiento urbano a través de lineamientos de densificación del área urbana y a la ocupación de baldíos.