Afectaciones

El daño más evidente es la sordera, pero en realidad sus consecuencias son más amplias:

  • Interfiere la comunicación oral; cuando hay ruido el diálogo exige un sobreesfuerzo.
  • Induce indiferencia e insensibilidad hacia lo que ocurra en nuestro entorno, y contribuye al aislamiento de los habitantes urbanos.
  • Perturba el sueño y la recuperación física no es completa cuando se duerme con ruido, aún a niveles bajos.
  • Produce estrés e, incluso, agresividad e intolerancia hacia los errores de otros.
  • Genera males que se derivan de la tensión nerviosa: trastornos circulatorios, alta presión arterial, dilatación pupilar, males gastrointestinales.
  • Afecta la eficiencia en el trabajo, y en particular el desempeño de actividades como la búsqueda y análisis de información.
  • Hay estudios que reportan que el ruido provoca disminución en la libido, y malformaciones fetales.

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