Estudios de Ruido realizados por la PAOT
El sonido es un componente omnipresente y habitual de todos los espacios de convivencia; sin embargo, no todo el que llega al ser humano resulta agradable, ya que cuando este se vuelve intenso e intempestivo suele resultar molesto y puede llegar a producir efectos fisiológicos o psicológicos no deseados a las personas. De esta manera se puede considerar como "ruido" a las emisiones sonoras susceptibles de causar una molestia y que en función de su frecuencia e intensidad pueden derivar en un problema de contaminación.
El ruido es un contaminante silencioso, no deja residuos (no tiene un efecto acumulativo en el medio ambiente, pero si puede tener un efecto acumulativo en el hombre), su regulación en material legal es compleja ya que es un fenómeno espontáneo que se vincula al horario y actividad que lo produce, y su cuantificación requiere de instrumentos especializados y calibrados, así como de personal técnico capacitado.
Para la Ciudad de México, existe normatividad que especifica las condiciones de medición y los límites máximos permisibles de emisiones sonoras, que deberán cumplir los responsables de fuentes emisoras y es la “Norma Ambiental para el Distrito Federal, NADF-005-AMBT-2013”.
El ruido que se genera por las actividades y establecimientos que en su operación utilizan maquinaria, equipos, herramientas o cualquier artefacto, constituye uno de los problemas que más afectan la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México.
Del 2002 al 2018 la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (CDMX) ha atendido y concluido 6, 173 denuncias relacionadas al tema de Ruido y Vibraciones, este tema representa el 15% de las denuncias que presentan los ciudadanos, razón por la cual se hace inminente dar atención prioritaria.
