Identificación de palmeras enfermas
Las técnicas para el diagnóstico consisten en: 1) observaciones de campo: condiciones del suelo, condiciones del sistema radical, 2) análisis foliar, 3) determinación de los factores abióticos y biológicos que influyen en el desarrollo de las palmeras, 4) análisis de suelos en los que se determine los tipos de fertilidad física, química y biológica, entre otras. Sin embargo, el público en general y los trabajadores de las áreas verdes pueden llegar a identificar algunos de los síntomas asociados a las enfermedades que presentan las palmeras en la Ciudad de México sin una capacitación especializada. Presta atención a las siguientes etapas de una enfermedad que tiene poco tiempo de haber llegado a la Ciudad de México con capacidad de causar la muerte a casi todas las especies de palmeras: es provocada por bacterias llamadas fitoplasmas las cuales se transmiten durante la fase de alimentación de un insecto:
Enfermedades causadas por hongos:
Una palmera sana puede tener palmas viejas y secas y aún así no estar enferma. pero reconozcamos al causante (signo) y los síntomas de la enfermedad.
Este insecto conocido como chicharrita del pasto, similar a (Haplaxius crudus) mide tres milímetros de largo, en cierta parte de su ciclo de vida asciende del pasto a la copa de la palmera y se alimenta de la sabia de las palmas viejas, infectando a la palmera con el fitoplasma.
En las primeras semanas de contraída la infección, las palmeras lucen en buen estado, sin embargo, las palmas viejas reflejan cambios de coloración, el verde característico se torna amarillento.
Unas semanas más tarde, conforme avanza la enfermedad, más palmas viejas se marchitan.
Los foliolos muestran las lesiones que los insectos fueron produciendo al alimentarse de la sabia.
La planta enferma aborta la floración.
Al perder las flores pierde la capacidad de reproducción.
Hay caída prematura de la mayoría de los frutos, independientemente del estado de desarrollo de la palmera. Una característica peculiar de la caída prematura es cuando el cáliz muestra una coloración café oscuro con un aspecto húmedo.
Los frutos abortados pierden la capacidad de generar nuevas plantas.
La enfermedad ha invadido completamente todos los órganos de la palmera.
La copa va marchitándose algunas palmas se doblan por la mitad.
El meristemo de crecimiento ha perdido la capacidad de generar palmas nuevas. Al morir la palmera muestra una forma característica de paraguas.
Las palmas se van desprendiendo poco a poco de la “valona” hasta quedar con el aspecto de un poste.
Se ha encontrado en la Ciudad de México evidencia de que otras enfermedades con potencial altamente letal para las palmeras, son aquellas de origen fúngico, o sea hongos microscópicos que obstruyen los tejidos conductores de agua y sales minerales. A continuación se describen algunos de los síntomas similares al que desarrolla la enfermedad provocada por el hongo Pestalotiopsis palmarum Cooke, conocida como pestalotiopsis o roya foliar de la palmera:
Enfermedades causadas por bacterias:
La infección comienza por la actividad de alimentación de algunos insectos que hieren la continuidad de epidermis de las hojas de las palmeras.
También se atribuye a la dispersión de la infección por hongos mediante dos vías principales: 1) la herramienta con la que se poda viene contaminada o 2) por el olor que desprenden las heridas, estos atraen a los insectos que a su vez transmiten las esporas que infectan a las palmeras. No importa el lugar de la lesión, todas las heridas son potencialmente la ventana de entrada de distintos agentes infecciosos.
En buena medida las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo, la disposición al agua entre otros factores hacen resistente o vulnerables contra las plagas y enfermedades.
En esta imagen pueden verse cuatro palmeras, las primeras tres están a la izquierda y la cuarta solitaria a la derecha. Esta última presenta una copa con características diferentes a las tres primeras.
El aspecto marchito de la corona los foliolos de las palmas de ven adelgazados, pero ¿cómo llegó la palmera a este estado? Revisemos los síntomas.
Los primeros estados de desarrollo de la infección son lesiones en las hojas o palmas y en los foliolos.
Pequeñas manchas casi ovales de color oliva, rodeadas por un borde amarillo, indefinido y de aspecto aceitoso.
Las lesiones aumentan de tamaño y se tornan de color pardo rojizo, rodeado por un borde amarillo. Las manchas negras son los cuerpos fructíferos de hongo.
Las láminas foliares se necrosan y se seca toda la hoja, especialmente las palmas inferiores.
Dependiendo del hongo que esté afectando a la palmera, el raquis de la palma adquiere tonalidades bicolor. La imagen muestra una evidencia advertida en un ejemplar en la Alcaldía Coyoacán.
Misma sintomatología diferente organismo. Evidencia vista en Miguel Hidalgo.
Un corte transversal del raquis de la palma hace evidente la lesión de en los haces vasculares.
El hongo puede sobrevivir como saprófito (organismo que obtiene su energía de la materia orgánica muerta o detritos desechados por otros seres vivos) en las palmas secas.
La puesta de huevecillos invariablemente se localiza en el envés de las palmas.
Se considera que los transmisores más importantes de este tipo de enfermedad son los hongos inoculados por la actividad de alimentación de los insectos.
