Herramientas de política ambiental para la toma de decisiones

El cuidado, manejo y saneamiento de las palmeras deben seguir las políticas generales de mantenimiento delineadas en el siguiente esquema. Las diferentes etapas son continuas y deben entenderse como una serie cíclica de acciones:

Censo diagnóstico. La atención del problema fitosanitario que amenaza a las palmeras de la Ciudad de México demanda el conocimiento preciso de las enfermedades y su etiología (causas); de esta manera, es importante que se realice el muestreo periódico de las condiciones de sanidad de estos organismos vegetales por medio de censos diagnósticos que permitan conocer su condición general para la toma de decisiones en su mantenimiento y conservación.

Poda. Con base en el censo diagnóstico del estado que guardan las palmeras, se puede realizar la poda de palmas u hojas, siempre y cuando la palmera esté sana, o también en el caso que presente afectación incipiente y se determine que tiene salvación.

Derribo. Esta actividad se llevará a cabo únicamente cuando la palmera esté muerta o el estado de la enfermedad sea avanzado. Cuando no tenga salvación, se inducirá el secamiento de la palmera con el propósito de derribarla y retirarla del lugar y prevenir que se propague la enfermedad. Es recomendable que durante un tiempo no se plante o siembre en el lugar del derribo ninguna otra especie vegetal, con el fin de evitar el riesgo de que se vea afectada por la plaga.

Tratamiento fitosanitario. Esta práctica se realizará cuando la enfermedad de la palmera se encuentre en una etapa temprana y tenga posibilidades de salvación; asimismo, este procedimiento tiene el propósito de impedir que avance la afectación y se propague a otros individuos vegetales.

Es importante que sepas que representantes vecinales, autoridades ambientales y de gobierno (SEDEMA, alcaldías y PAOT, entre otras), con la participación de especialistas forestales, estamos trabajando de manera coordinada para recuperar y sanar las palmeras del entorno donde vives.

Por ejemplo, en el caso de la atención del problema de sanidad vegetal de las palmeras de la Colonia Lomas de Chapultepec, el Representante Ciudadano en COPACO Lomas de Chapultepec, el representante en el Congreso de la Ciudad de México, la Alcaldía Miguel Hidalgo, la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA), la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) y, especialistas en sanidad forestal del Colegio de Posgraduados en Montecillo, Texcoco, Estado de México, formaron un grupo interdisciplinario de trabajo para trazar el mejor camino para dar solución a los diversos problemas que presentan las palmeras, lo cual servirá de base para atender a las palmeras de otras zonas de la Ciudad de México.

Muchas de las palmeras localizadas en tu colonia, así como en otras colonias de la Ciudad de México están o podrían estar enfermas.

Los expertos en sanidad forestal del Colegio de Posgraduados en Montecillo, Texcoco, Estado de México, así como de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) han determinado distintas causas. Sin embargo, una de las enfermedades más letales que afecta a las palmeras, es la denominada “Amarillamiento Letal del Cocotero” (ALC), a causa de un tipo de parásito inoculado por un insecto (chicharrita) del género Haplaxius, que causa que se taponen las vías por donde la palmera se alimenta (xilema). El resultado es que la palmera se va secando de manera progresiva y el desenlace, casi siempre inevitable, es la muerte.

Si las palmeras están muertas hay que derribarlas. También si están enfermas de gravedad o sin posibilidades de saneamiento.

• El derribo de estas palmeras es inevitable. Es el primer paso para sanear las áreas verdes que las incluyen, mejorar el paisaje y dar oportunidad a que se planten nuevos ejemplares, sean palmeras u otros árboles.
• Aquellas que presentan afectaciones significativas en su salud también tendrán que derribarse cuando su estructura es irrecuperable y su estado fitosanitario presenta un decaimiento severo.
• La elección de las nuevas especies a plantar, sean palmeras u otras especies de árboles, debe ser congruente con las características del sitio a plantar, considerando siempre las características del suelo, del clima y la presencia de otras especies con las que comparten espacio en las áreas verdes, principalmente.
• No se deben podar palmeras muertas. En el caso que se requiera realizar una poda, será únicamente en ejemplares sanos, limitándose al corte de palmas secas, previa desinfección de la herramienta a utilizar con una solución de hipoclorito de sodio (cloro comercial) al 5%.

Las palmeras, como otros árboles, deben contar con un mantenimiento permanente para que se conserven sanas y potenciar los servicios ambientales que proporcionan, así como para que tengan un buen aspecto estético.

Si bien es cierto que las palmeras deben podarse cada determinado tiempo, como una buena práctica de mantenimiento, en estos momentos existen muchas palmeras que además de estar muertas en pie, están enfermas. Como cualquier enfermedad, se debe evitar su dispersión y conocer su etiología (origen) para aplicar el tratamiento fitosanitario que corresponda. Por esta razón y hasta en tanto no se cuente con un censo-diagnóstico que nos diga qué enfermedad presentan nuestras palmeras, la mejor práctica a implementarse, es evitar su poda.

Dado que las palmeras conviven con otras especies arbóreas y arbustivas, el personal dedicado al mantenimiento de las áreas verdes, tanto de la alcaldía como de la SOBSE, puede realizar labores de mantenimiento a estos espacios, como son trabajos de jardinería, riego, retiro de basura, entre otras.